Santa Teresa de Jesús resuena con fuerza en nuestra historia desde el siglo XVI. Es, sin duda, una de las autoridades más universales de nuestra cultura y una fuente inagotable de recreaciones artísticas de toda índole.
En este año 2015 se cumplen 500 años de su nacimiento y artistas y gestores culturales, además de filólogos e historiadores retoman al personaje histórico y religioso para reinterpretar, recrear, analizar y profundizar en su vida y obra con la finalidad de difundir su legado y, por qué no, actualizarlo. Con este propósito, la Biblioteca de la Universidad de Granada se sumerge en el universo teresiano para ofrecer la lectura de los documentos que se presentan a continuación.
Esta exposición, no tiene como finalidad exponer al personaje o a las obras que sin más en él se inspiran. La muestra marca la diferencia de que nos acerca a las lecturas de Teresa de Cepeda y Ahumada y a las lecturas que sobre ella hizo su legado humano más importante, como es la Orden del Carmelo Descalzo que aún sigue vivo en el silencio de los conventos y monasterios de todo el mundo (más de 1000 en 130 países aproximadamente).
Un acercamiento a su forma de concebir el mundo a través de las lecturas que en esa época haría la hija de una gran lectora –algo inusual en la época- y de un mercader, nieta de judíos. Esta exposición nos invita a hacer un recorrido hermenéutico en el que a partir de los textos conozcamos mejor el contexto de la escritora, la simbología que emplea en sus poemas y, cómo no, su relación con Dios.
Estos documentos son diversos en tanto que representan diferentes momentos de la vida de Teresa impregnada siempre por la literatura. Su niñez está llena de lecturas de novelas de caballerías y de poesía cancioneril que más tarde habría de plasmar en sus obras. Durante su etapa de madurez, sus lecturas religiosas conformarán a un mujer con firme afán de conocer de forma directa a Dios. Se impregnará de obras como Las Confesiones de San Agustín –fundamental para entender el inicio de su proceso místico descrito más tarde en Las Moradas-, y El tercer abecedario espiritual de Francisco de Osuna que la llevó a desarrollar su particular modo de acercarse a su único amor que es Dios. Todo ello junto a conversaciones con autoridades religiosas de su época como San Pedro de Alcántara y San Francisco de Borja cuyo testimonio dejará en sus cartas y narraciones.
Sin duda, Santa Teresa sigue siendo tan actual porque también es compleja. En este sentido ella es como un “poliedro” que con diversas caras de una misma figura construye ese “yo” literario tan expresivo que firmara el Libro de la Vida –considerada la primera autobiografía real en lengua castellana.
Tan deslumbrante es su personalidad que poco tiempo después de su muerte aparecen obras que exaltan sus acciones que sirvan de justificación para su beatificación o incluso para nombrarla patrona de España –algo que los devotos de Santiago Apóstol no permitieron- o de numerosos pueblos no sólo españoles sino de todo el mundo. Estas lecturas nos sirven para percatarnos del interés que despierta; la necesidad de hacer del personaje objeto del arte pues es la única forma de expresar todo lo que Teresa representa. Sin ir más lejos, poco después de medio siglo de su muerte, uno de los escultores más célebres del barroco italiano, plasma la narración del éxtasis en una escultura única e impresionante. En conclusión, este poliedro no estaría completo sin las lecturas que sobre ella fueron apareciendo. Aún más, nos podríamos preguntar si este poliedro a día de hoy está completo pues aún hay caras por descubrir tal y como hiciera Federico García Lorca diciendo que: “Ella logró ser Dios mismo en esas andanzas dolorosas de la vida” al referirse a una personalidad que conjuga el misticismo con ser una mujer de acción.
Sin duda, la última cara del poliedro la formaremos nosotros mismos al navegar por esta exposición y enfrentarla a nuestro conocimiento sobre Teresa y sobre la vida.
Yeray Guerra
Lic. En Filología Hispánica y Gestor Cultural